Bruce Prichard comenta temas interesantes sobre los primeros años de Undertaker
«Taker estaba feliz de estar en luchas tan importantes, y tener una rivalidad tan temprana con Ultimate Warrior. Era una gran historia. Pero también un gran problema. Taker simplemente estaba feliz de estar ahí, y quería llevarse bien con Warrior, para hacer que funcionara. Pero costaría mucho encontrar a alguien que dijera que disfrutaba trabajando con Warrior. Era descuidado, y muy tieso. Pero Taker era muy resistente, sobre todo en esa época».
«Los dos empezaron en Dallas, habían entrenado juntos. Tenían gustos similares, como las motocicletas, y el mismo tipo de establecimientos, así que fueron amigos desde el primer día. Hubo un tiempo en el que Undertaker sabía exactamente a dónde ir, todo el mundo le conocía y podía entrar y ser escoltado a la sección VIP del bar, y nadie se metía con él. Nos divertíamos mucho en esos días».
«Vince odia renunciar, y le encantan los retos. Si sientes que algo no funciona, y que un luchador no es especial, pero Vince piensa lo contrario, él va a probar que estás equivocado. No importa cuanto tiempo tarde, o cuanto dinero cueste, va a demostrar que tiene razón».
«Teníamos a los All-Americans, el equipo de Lex Luger, y Undertaker estaba en él, junto a los Steiners. Vince le dijo al Undertaker: ‘Una vez que salgas ahí y Lex luger te presente como uno de los All-Americans, abre el abrigo y muestra el rojo, el blanco y el azul'», mientras Undertaker le miraba como si fuera una broma. Tomaron su abrigo y le pusieron las barras y estrellas, y parecía una bandera colonial. Después de unos días, Vince fue a hablar con él, y le dijo que su perro se había comido el forro de la chaqueta. Lo más loco es que solo se comió el forro».